Estamos alrededor del año 1987 en el Parroquial de Morón. Yo estoy solo, en el patio vacío y hay un chico discutiendo con una maestra. Me figuro que tendrá aproximadamente 12 años, es grande y se anima a discutir, no como yo. Veo eso con ojos bien abiertos, ¿por qué lo hace? ¿sobre qué discuten? Recuerdo esa imagen, el guardapolvos blanco, las columnas del patio, las baldosas.
En mi Colegio nos propusieron un taller de periodismo. Había que crear el diario. Para ese entonces ya tenía 12 años y ya había mandado cartas a billiken y quería escribir mis cuentos. El diario era una oportunidad de escribir. Tuvimos una primera reunión de redacción con el Sacerdote, luego llamé a un compañero que dibujaba para que armara un logotipo (hoy sé que era un isotipo). Le pedí a dos amigos que se dieran la mano y a él que lo dibujara. Pensé que era algo nunca hecho. Al poquito tiempo me di cuenta de que la figura de dos personas que se toman la mano era muy común. Pero se imprimió y apareció mi nombre como parte del equipo de redacción.
A partir de allí fue una carrera contra el tiempo: escribir y buscar que alguien lea. Vi cómo mi hermano mayor estudiaba Cobol para programar un juego para la MSX. Me enseñó a crear una agenda que corría en un casette. Más tarde seguí mandando cartas a revistas mientras aprovechaba las clases de mecanografía. Para ese entonces ya estaba por recibirme del secundario y había empezado a leer html. Nada. Nunca supe hacer nada en html, pero quería saber.
Más tarde empecé a trabajar en la revista de mi familia armando una base de datos para nutrir a la web que estaba saliendo al mundo. Eran las primeras .com y no tuve un mal resultado. La página era muy consultada por su base de datos. Además empecé a redactar mis primeras noticias.
Ya estamos en el año 2002. Organizo un Concurso Nacional de Ideas (1, 2, 3, 4) que me hace viajar por todo el país. Se trataba de que estudiantes de arquitectura e ingeniería de colegios secundarios y universidades realicen un trabajo para potenciar, revivir, revitalizar un pueblo o región olvidado de nuestra Argentina. El concurso tiene mucho éxito, se presenta en distintas legislaturas, en el Senado Nacional. Año a año se elegía un lugar diferente, un jurado evaluaba y el trabajo final (5 paneles y su documentación de respaldo) se presentaba en el pueblo. Fue tan exitoso que, pese a la aclaración de que todo estaba realizado por estudiantes, muchos lugares tomaron la idea como punto de partida para evaluar su plan de desarrollo. Increíble. Digo “organizo” porque fue mi tarea. Viajar por el país, documentar, proponer, divulgar, preparar las notas para los medios. Pero el Certamen tenía dos Arquitectos a cargo y un jurado especialmente elegido.
Ya estamos alrededor del 2005, hace mucho pasaron las Torres Gemelas. Internet ya se recibió de medio de comunicación. Comienzo a buscar otras cosas. Envío currículums a todos lados y encuentro un espacio en algunas radios locales. Luego, con esa poca experiencia, el fundador de El Diario de Morón me da un lugar en la producción de su programa de radio en Radio Nacional. Allí veo el impacto directo de las noticias de una radio muy escuchada. Era la típica tarea del productor: buscar teléfonos, llamar, tratar de que el personaje salga al aire. En ese año hablé con cualquier cantidad de personas. Además de preparar la rutina y la artística del programa.
Eso es gracioso porque yo no lo sabía hacer. No sabía cómo pensar “en sonido”, solo sabía escribir. Entonces me armo de muchos casettes y los llevo a la casa de un amigo y juntos los digitalizamos, abrimos el soundwave y comenzamos a editar. Eso lo llevo a la radio, al Jefe de Piso le gustó y salimos. Increíble.
Tengo un paso por otros medios, entre los que se incluyen Clarín, Revista Hábitat, lanzamiento de la revista “Obra”, participaciones en FM Oeste y FM en Tránsito y otros y otros y ya para 2015 ingreso como redactor en la Universidad Nacional del Oeste y al año soy el Director de Prensa. Comienzo a descubrir la comunicación institucional, se me hacen comunes análisis de planes de comunicación, speech tone, organización de equipos y comienzo a tener a la par clientes freelance. Y aquí estamos.
Hay una razón para que todo esto esté en un texto: no me interesa comunicar qué hago con flyers que digan: “potenciá tus ventas”. Eso está muy bien si sos una agencia de comunicación. No lo soy. Soy apenas este. No sé si voy a hacer que potencies tus ventas. Voy a darte mi mejor consejo según mi experiencia. Si de nuestra charla deducimos que soy la persona para acompañarte, genial. Si deducimos que no, está perfecto. No quiero vender trajes que no sean a medida y no quiero usar uno que no me quede.
Una vez me llamaron de una empresa de tornería. Era para “mejorar el SEO”. Era el hijo del dueño. Le expliqué qué significaba eso de aparecer primero en los motores de búsqueda, vi que la web no estaba bien estructurada y realicé el mejor trabajo posible en un momento de crisis en donde había que exprimir el presupuesto. Con eso, meses después me llamaron para agradecerme porque tenían más ventas. Pero jamás les dije: “yo se lo soluciono y van a vender más”, sino que fue más: “acá tienen un problema, toda mi experiencia me indica que si lo mejoramos les van a llegar más clientes, pero no lo puedo prometer”.
Pasé por la máquina de escribir, llevé cartas al correo, hice páginas webs, armé linkedin, sesiones de fotos, escribí guiones para eventos, discursos, cubrí eventos, asesoré para la mejor cobertura, coordiné equipos de comunicación, vi nacer los teléfonos móviles, las redes sociales, los smart phones, y ahora la IA.
Sé que cuando alguien quiere empezar a comunicar, le llega tanta información que abruma:
Tenés que tener Instagram. —Pero pará, mi sobrino dice que es mejor LinkedIn para tu negocio —¿Y no tenés web? —Pero es caro —¿Qué es un dominio? —¿Cómo que TikTok? —¿Cómo se vende en Google? —Posteos, historias, feed…¡¿De qué me hablan?! Respiremos. Hablemos. Contame. Te escucho. Y decidimos juntos.
…
Lo último: creo que la pregunta viene por acá: ¿qué querés decir? ¿Por qué lo querés decir? ¿para qué lo querés decir? ¿A quién te gustaría llegar? ¿Cuál es tu propuesta para esas personas? Acá abajo está mi mail y mi instagram para que hablemos, pero si ya vas pensando en eso, avanzamos un montón.
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